Restauración de baldosas hidráulicas antiguas

Con el paso del tiempo y el uso, la baldosa hidráulica, sufre desgaste, añadiendo además una probable falta de protección a líquidos y sustancias que se pudiesen derramar, hace que su aspecto desmerezca la belleza de un suelo único y artesanal.

Para poder recuperar su aspecto original debemos hacer referencia a varios factores, de los cuales dependerá su resultado final:

- Desgaste de la cara vista de la baldosa hidráulica.

- Baldosas sueltas, hundidas, con desconchones o rotas.

- Manchas de aceites, ceras viejas, óxidos, quemaduras por ácidos (aguafuerte, decapantes…, etc.).

Una vez vistos dichos factores comienza su recuperación:

– Las baldosas sueltas se recolocarán respetando el nivelado y dibujo del suelo.

– Las baldosas desconchadas o rotas se pueden sustituir por unas nuevas (si no tuviésemos el modelo se puede fabricar de nuevo su molde y colorearlas con los tonos originales). Los pequeños desconchones se rellenan con resinas de poliester del color mas parecido posible.

1– El suelo es pulido por medido de platos de arrastre provistos de segmentos de diferente granulometría, según el desgaste de las diferentes zonas del suelo, empezando con un grano mmas abrasivo y acabando con granos de alta finura.

– Las baldosas desconchadas o rotas se pueden sustituir por unas nuevas (si no tuviésemos el modelo se puede fabricar de nuevo su molde y colorearlas con los tonos originales).

– Una vez aspirado los residuos del pulido y bien seco el mosaico hidráulico, se le aplica flúorsilicato de aluminio diluido por acción mecánica para sellar el suelo y otorgarle al mosaico un tacto suave, endureciéndolo y alzando sus colores

– Con el mosaico hidráulico bien seco y limpio de restos de los anteriores procesos, aplicamos dos manos de impermeabilizante nanotecnológico cuidadosamente para asegurar su total y profunda protección del Mosaico, sin que este forme capa ni altere los acabados anteriormente conseguidos. Los tiempos de secado del impermeabilizante son de 24-48 horas.

Un correcto mantenimiento del pavimento es fundamental para conservar el suelo durante muchos años.